El hotel Sheraton Buganvilias Resort & Convention Center en Puerto Vallarta concluyó una de sus máximas renovaciones.
Acción que aumentó su valor luego que los dueños y directores del hotel decidieron enviar el mobiliario y material retirado –en buen estado- a la comunidad de Tonalá y Cintalapa, Chiapas, afectada tras el terremoto del 19S.
La recién transformación del hotel, ubicado en la playa de Las Glorias, ofrece un ambiente elegante y relajado para los viajeros.
Las mejoras representaron poco más de 200 millones de pesos y los cambios se reflejan en:
El Maiave Spa, santuario de paz que cuenta con un extraordinario circuito de áreas húmedas para preparar al cuerpo.
Allí, antes de pasar a sus cabinas, las manos expertas del lugar relajarán el cuerpo y la mente a través de distintos tratamientos corporales, masajes o faciales.
Maiave Spa también cuenta con servicios de belleza como estética, manicure, pedicure, etcétera.
Gastronomía
Gaviotas, cocina de autor del más alto nivel, fusiona los ingredientes de la tradición culinaria mexicana y las más modernas técnicas en la cocina molecular.
El establecimiento también cuenta con ‘la Mesa del Chef’, donde se degusta un menú especial de 5 tiempos creado especialmente para la ocasión.
Otro recinto de sabor que se renovó fue el Gastro Bar Embarcadero, que ofrece entretenimiento para los huéspedes.
Reúne más de 50 etiquetas premium de tequila o mezcal, una exclusiva selección de vinos, junto con cervezas artesanales.
Finalmente, aparece el Deli, con una infinidad de deliciosas opciones para satisfacer los más exigentes antojos.
Destaca, igualmente, la decoración de las 473 habitaciones, todas con vista al mar para poder apreciar los hermosos atardeceres de Puerto Vallarta.
Ayuda a los afectados por el 19S
Lo principal de esta importante renovación resultó ser que, tras llevarse a cabo, se lograron completar grandes camiones con: WC completos, mesas, sillas, burós, camastros, hieleras, botes de basura y artículos de línea blanca en muy buen estado.
Artículos que fueron llevados y entregados en la comunidad de Tonalá y Cintalapa, Chiapas, afectada tras el terremoto.