La Presidencia de turno alemana de la Unión Europea (UE) insistió en la necesidad de tener “reglas de actuación unitarias” para posibilitar la reactivación de los viajes “seguros”, sean turísticos o de negocios, en tiempos de pandemia.
“El ciudadano de la UE sigue queriendo viajar, pero precisa normas unitarias para recuperar la confianza”, indicó el secretario de Estado alemán de Turismo, Tomas Bareiss, tras una reunión informal con sus colegas del bloque comunitario.
Nuevas Fórmulas
Las autoridades alemanas están “trabajando” en nuevas fórmulas para evitar largas cuarentenas al viajero.
Pero no puede toparse con “normas y criterios diferenciados” por cada país miembro, añadió el responsable de Turismo de Alemania, gran país emisor dentro de la UE para ese sector.
Bareiss recordó a ese respecto que Alemania sustituirá a final de mes la hasta ahora advertencia global contra los viajes no esenciales o turísticos a regiones de riesgo por advertencias puntuales para cada país o zona afectada.
Entre las fórmulas que se barajan para lograr ese objetivo de la seguridad viajera están los llamados test rápidos.
Así como la reducción de los periodos de cuarentena a cinco días -en lugar de los 14 actuales-.
Bareiss hizo hincapié en que estas fórmulas se dirigen tanto a los viajes turísticos como a los de negocios, sector éste muy afectado por la pandemia.
Ya que se ha sustituido el esquema del desplazamiento físico por los encuentros “virtuales”, con los consiguientes efectos sobre el sector de la hostelería.
Reactivación de la economía
Reactivar el turismo es “objetivo compartido por toda la UE”, como lo es evitar los cierres de fronteras internas, insistió, para añadir que la prioridad debe seguir siendo velar por la salud del ciudadano.
“El sector turístico ha resultado más duramente afectado por la pandemia que ningún otro”, había afirmado ya Bareiss, en la apertura de la reunión informal con sus colegas, coordinada desde Bruselas por el comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton.
El sector aportaba, antes de la crisis, un 10 % del producto interior bruto (PIB) de la UE; más de un 12 % de los ciudadanos europeos dependían de éste, añadió Bareiss.
El sector ha quedado ahora sumergido en una “crisis aguda”, ante la que hay que plantear fórmulas para un “futuro robusto”.
Las restricciones deben ceñirse “a las dimensiones necesarias”, explicó, sin perder de vista que no se puede “descuidar” la protección de la salud.